Tomar la decisión de comenzar a exportar tus productos al extranjero no es nada fácil. Requiere preparación, ganas, confianza, unas cuentas saneadas y mucho trabajo para conseguir que salga adelante sin problemas. Una vez que nos hemos lanzado a la piscina lo más importante es conseguir que nuestro comercio exterior crezca. ¿Cómo lo hacemos? Te damos algunos consejos para que tu proyecto en el extranjero sea todo un éxito.
Los pros y los contras de exportar productos y servicios al extranjero
Cada año el mismo número de empresas que inician o retoman las exportaciones también desisten, por eso la cifra de compañías españolas que se dedican al comercio exterior suele estar estancada. ¿A qué podemos atribuir ese abandona que impide el crecimiento? Básicamente porque exportar no es nada fácil, aunque se disponga de tiempo, recursos y un buen producto o servicio. Algunos de los principales escollos que se encuentran los empresarios son:
- La falta de constancia.
- Una planificación deficiente.
- Burocracia y documentación.
- Aduanas.
- Fiscalidad.
- Formas de pago.
- Idioma y cultura.
Para poder superar todas estas barreras es muy importante hacer networking, esto es conocer a otros empresarios del sector, que exporten servicios y bienes parecidos que puedan ponerte en contacto con importadores en el extranjero y aconsejarte sobre los temas burocráticos.
Cómo hacer crecer el comercio exterior de tu empresa
Todos los planes de crecimiento para el comercio exterior pasan por captar nuevos clientes y para ello es imprescindible decidir cómo hacerlo. Para comenzar a diseñar nuestra estrategia es muy importante tener claro si se trata de un negocio que empieza o por el contrario ya lleva algún tiempo en el mercado. Esto nos hará tomar decisiones distintas.
- Captar nuevos clientes para obtener los primeros ingresos.
- Intentar obtener más ingresos de los clientes actuales con ventas cruzadas y mejorando la frecuencia de compra.
- Diversificar canales. Captando nuevos clientes, por ejemplo, a través de las redes sociales.
- Alargar el ciclo de vida del cliente. Ofreciéndole novedades para fidelizarlo.
- Buscar socios inversores en el país al que queremos exportar.
- Buscar nuevas líneas de negocio.
- Buscar ofertas que puedan interesarle a los que en principio no serían consumidores de nuestros bienes y servicios.
Si todavía no has comenzado a exportar te dejamos este artículo para que conozcas los pasos imprescindibles para comenzar a hacerlo y también las ayudas de las que te puedes beneficiar.