Australia es un territorio cuya extensión es tan grande como la UE, es decir, unas 15 veces España. Sin embargo, es uno de los países con menor densidad de población: tan solo 23 millones de habitantes (España tienes 46 millones), con pocas carreteras y pocas ciudades. De ahí proviene la necesidad de utilizar esos enormes camiones llamados Road Train (trenes de carretera) que pueden llevar hasta 200 toneladas y usan hasta 1000 caballos.
Este tipo de camiones solo pueden circular por ciertas carreteras del interior de Australia, donde las largas rectas lo convierten en un método muy eficiente para transportar grandes cargas. Es bastante normal conducir a lo largo de cientos de kilómetros por carretera en línea recta en el llamado Outback, el interior australiano. De hecho, en trayectos entre Sídney y Perth, las rectas pueden extenderse por 600 kilómetros en pleno desierto. En territorios de Northern Territory, Queensland, South Australia y Western Australia, altamente despoblados, la población depende de los road train para su abastecimiento.
Sin embargo, los trenes de carretera están prohibidos en la mayoría de las carreteras de los estados del sur y del este, ya que son los más poblados. Algo comprensible, ya que estos enormes camiones no se mezclan muy bien con el tráfico normal.
Tipos de trenes de carretera en Australia
El tren de carretera australiano comprende un camión muy potente, o un tractor, tirando tres y a veces hasta cuatro acoplados a la vez, viajando en convoy. El tipo A puede circular por la mayoría de ciudades mientras el resto no puede entrar en ciudad. Los trenes de carretera del tipo K son los más grandes del mundo y solo existe en territorio privado de una mina del norte.
La mayoría de los trenes de carretera viajan por la noche, no operan durante el día para no entorpecer el tráfico «regular». Al llegar a zonas urbanas los trenes de carretera se desarman y los remolques de carga son enganchados individualmente a camiones comunes.
En las carreteras por donde circulan los Road Train se pueden ver estas señales que indican del peligro de su presencia, ya que adelantarlos no es una cuestión sencilla. Es necesario tener una visibilidad a larga distancia y, en la mayoría de las ocasiones, la ayuda del conductor del tren de carretera.