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Tipos de transporte marítimo de mercancías

El transporte marítimo sigue siendo en la actualidad uno de los sectores más importantes del transporte. Por su versatilidad y flexiblidad, el transporte marítimo permite enviar diferentes tipos de mercancías en función de los puertos de salida y llegada, los barcos, etcétera. Es una alternativa ideal para realizar cualquier tipo de transporte internacional.

Modalidades de transporte marítimo de mercancías

Existen, básicamente, dos grandes modalidades dentro de este transporte. La primera es el transporte marítimo de mercancía en régimen de fletamentos. En éste todo el buque está dedicado al transporte; navega cargado de contenedores. Este tipo de transporte es ideal para el tráfico de grandes volúmenes de mercancías, como productos industriales o líquidos. A la hora de realizar la contratación para este tipo de transporte existen tres opciones básicas: a casco desnudo (alquilando el barco por completo), por viaje o por tiempo.

La segunda opción existente es realizar el transporte marítimo en línea regular. En este caso la nave está perfectamente adecuada para cargas más pequeñas que la anterior, pero con la ventaja de poder abaratar costes.

La elección por una u otra modalidad se basa, sobre todo, en aspectos prácticos relacionados a y volumen con la naturaleza de la carga. Hay que pensar que los mayores buques contenedores disponen de una capacidad de 165.000 toneladas de peso muerto, lo que da buena cuenta del enorme volumen de negocio necesario para utilizar uno de esos barcos en régimen de fletamentos. También, por extensión, da buena cuenta de la importancia económica que el transporte marítimo tiene, como ha tenido ya históricamente, en nuestra sociedad, hasta el punto de haberse creado las llamadas autopistas del mar.

Cómo empaquetar la mercancía para el transporte marítimo

El transporte marítimo de mercancías es una de las modalidades de transporte en las que al empaquetado tiene mayor importancia ya que, lamentablemente, no es extraño, a pesar de que cada vez menos habitual, que haya incidencias como contenedores perdidos en el mar. En este artículo se abordan varios consejos para empaquetar correctamente la carga que viaja en este medio de transporte.

Consejos para empaquetar la mercancía para el transporte marítimo

Las condiciones del mar hacen que preparar las cargas para el embarque sea fundamental para que lleguen a destino en perfecto estado. Las circunstancias que hay que tener en cuenta para ello son:

  • Movimientos repentinos y bruscos. El vaivén del mar puede desestabilizar la carga e incluso hacer que caiga en caso de no estar bien fijados.
  • Humedad ambiental. El contacto con la brisa marina puede acelerar el proceso de corrosión de la carga en caso de estar descubierta.
  • Temperaturas extremas. El mar es propenso a sufrir variaciones extremas de temperatura entre la noche y el día.

Hoy en día, se han diseñado numerosas técnicas de protección que permiten aislar la mercancía de las condiciones adversas propias del medio. Por ello, es fundamental contar con un sistema de empaquetado estandarizado que se adapta a las circunstancias.

Cómo proteger la mercancía para el transporte marítimo

Es indispensable mantener los productos dentro de contenedores especiales a tales efectos. Estos contenedores incorporan todas las normas ISO que garantizan su calidad y son extremadamente resistentes. Sirven para proteger la mercancía durante el transporte, pero también en otra momento de suma importancia; la carga y descarga.

Para hacer frente a los cambios de temperatura y clima, hay que emplear aislantes isotérmicos. Se trata de un tejido robusto fabricado con materiales aislantes que mantiene la carga en las condiciones ambientales óptimas. Además, es importante usar un embalaje de aluminio VCI para prevenir la corrosión.

En lo que se refiere al transporte de líquidos o productos en grano o polvo, se recomienda apostar por contenedores antisépticos. Es indispensable para evitar la proliferación de moho o bacterias por el contacto con otros materiales. Esto cobra una importancia suprema cuando la mercancía destinada al consumo humano.

En último lugar, la fijación es primordial para asegurar correctamente la carga. Las cinchas de amarre, los cables de acero o los air bags juegan un papel fundamental en este sentido. Su objetivo es evitar que la mercancía caiga al mar, pero también que se precipite hacia la propia embarcación y se lastime.

Qué es el TEU y cuándo empezó a usarse

Cuando entramos en el ámbito de las importaciones y las exportaciones en el transporte marítimos unas siglas que debemos tener muy presentes es TEU. Son las sigas de Twenty-foot Equivalent Unit (unidad que equivale a 20 pies). ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

¿Qué es el TEU?

Estas siglas representan la unidad de medida de capacidad del transporte marítimo referida en contenedores de carga. Dicho de otra manera, una TEU es la capacidad de carga que tiene un contenedor estándar de 20 pies. Estos contenedores actualmente no solo se usan en el transporte marítimo. Están presentes en todo tipo de transporte por mercancías.

Las medidas concretas y exactas del contenedor al que se refiere una TEU son 20 pies de largo por 8 pies de ancho y 8 pies y medio de altura. Esto supone un volumen exterior de 38,51 metros cúbicos. Asimismo, también es importante destacar que su peso máximo de 21.600 kilogramos sin tara y su capacidad máxima de 33 metros cúbicos. En lo que se refiere a la altura de estas cajas metálicas, la más habitual de estas es de 8 pies y 6 pulgadas o, si lo traducimos a metros, 2,59.

En este punto es importante destacar que también existe el FEU. Ésta es una variante del TEU que equivale al doble de ésta; es decir, 40 pies.

Importancia del TEU en comercio internacional y el transporte marítimo

Tal como hemos apuntado, el TEU es una unidad de medida esencial en el comercio internacional, especialmente en las importaciones y exportaciones que se hacen vía transporte marítimo. Además, esta medida se usa para definir la capacidad y tamaño de las embarcaciones. De hecho, los barcos se categorizan en TEU. E, incluso, esta unidad es la medida de cálculo de la actividad portuaria.

Breve historia del TEU

Malcom McLean, el propietario de una empresa de transporte a principios del siglo XX, va muy ligado al origen de esta unidad de medida.  Este empresario se dio cuenta de que tenía que agilizar los procesos de carga y descarga y con este objetivo creó contenedores estándar.

Una de las virtudes de estos contenedores es que se podían usar en todo tipo de transportes, sin tener la necesidad de tener que vaciar su contenido. Una vez los creó, se hizo con un barco y lo adaptó para poder llevar 58 contenedores de los que había creado. El primer viaje de este barco, que se llamó Ideal X, se realizó el año 1956 entre New Jersey y Houston, y fue muy significativo en el mundo del transporte marítimo.

El transporte marítimo contamina 500 veces más que el terrestre

Sí, así es, a los barcos se les permite contaminar mucho más que los vehículos de transporte terrestre. Actualmente la Organización Marítima Internacional (OMI) establece el límite máximo de contenido de azufre en los combustibles usados para transporte marítimo en 5.000 ppm. Esto se tiene que contraponer a los 10 ppm que la Unión Europea permite para el transporte por carretera.

Antes de 1 de enero de 2020 la contaminación de los barcos era 3.500 veces mayor que la del transporte marítimo. Teniendo en cuenta estos datos, Eldiario.es publicaba, citando un estudio de The Guardian, que hace unos años 15 de los barcos más grandes del mundo contaminaban más de 760 millones de automóviles. Es decir, solo uno de ellos puede emitir la misma contaminación que 50 millones de coches.

Este gran índice de contaminación se debe a que los grandes buques oceánicos acostumbran a usar para su propulsión fósiles muy sucios que contienen gran cantidad de azufre, cenizas, metales pesados y otros tipos de residuos tóxicos. Esto hace que en su combustión además de CO2, emitan niveles elevados de óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y material particulado. O, lo que es lo mismo, materias altamente contaminantes y peligrosas para la salud.

Muchas veces se presta menos atención a la contaminación producida por este tipo de transporte porque sucede en alta mar y pensamos que nos queda lejos. Pero las zonas costeras y las ciudades portuarias el tráfico marítimo es una fuente importante de contaminación y un peligro potencial para la salud pública y el medio ambiente.  En este sentido, la Comisión Europea, basándose en diferentes estudios, estima que las emisiones contaminantes de los barcos causan cada año en la Unión Europea 50.000 muertes prematuras y 60.000 millones de gasto sanitario.

En el caso de Estado español, los datos emitidos por el Gobierno de España en 2016 estipulaban que un 40% las emisiones de los óxidos de nitrógeno, un 44% de los óxidos de azufre y el 22% de las partículas finas provenían del tráfico marítimo internacional.

Si no se toman medidas, el creciente tráfico marítimo tanto de personas como de mercancías conllevará un aumento de la contaminación que contrarrestará los importantes avances que se han conseguido para disminuir la contaminación atmosférica proveniente de los vehículos terrestres.

Triple insularidad: El transporte marítimo en territorios isleños  

 

La insularidad es una cualidad de todos los territorios que están rodeados por mar, es decir, de las islas. Esas características radican en el grado de aislamiento que sufren, dada la dificultad, por ejemplo, para la llegada de transportes y otro tipo de comunicaciones que solo pueden realizarse por vía marítima o aérea.  Intentamos desgranar cómo es el día a día del transporte marítimo en zonas aquejadas de triple insularidad.

 

¿Qué es la triple insularidad?

 

La insularidad puede darse en primer grado, en segundo o en tercero. En el primer caso existe una única barrera de comunicación. Suele tratarse de territorios amplios y más cercanos a los territorios continentales. En el caso del segundo y tercer grado, esto sería la doble y la triple insularidad, esas dificultades se doblan y se triplican porque, si hablamos de transporte de mercancías, debe pasar primero por la isla más grande, luego por la siguiente para terminar, al fin, en la tercera. Esto encarece el transporte y dificulta las comunicaciones.

 

¿En qué islas se da la triple insularidad?

 

Si hablamos del territorio español encontramos ejemplos de este tipo tanto en el archipiélago balear como canario:

 

  • Formentera en Baleares.
  • La Gomera, el Hierro y La Graciosa en Canarias.

 

El transporte marítimo en territorios isleños

 

El transporte marítimo de mercancías en temporada turística no se encuentra con muchas barreras. Eso sí, el incremento de los costes por el tiempo y la dificultad añadida de llegar a esos puertos repercute directamente en los precios de los productos.

 

En cuanto al transporte fuera de la temporada turística se encuentra con más dificultades para los empresarios de este sector, ya que se pierden muchas de las conexiones directas que se abren durante el verano. Sigue siendo una de las principales reivindicaciones, tanto de transportistas como de, claro está, habitantes de estos territorios.

 

¿Qué es mejor, el transporte de mercancías aéreo o marítimo?

Con permiso del transporte terrestre, los siguientes dos métodos más utilizados para los transportes internacionales de mercancías son el transporte de mercancías aéreo o marítimo. Diversos factores influyen en los pros y los contras de los dos tipos de transporte de mercancías.

Entre ellos encontramos: el tipo de producto, su tamaño, el grado de urgencia de la entrega y su volumen. Ambas formas de transporte presentan una serie de ventajas y desventajas en función de las circunstancias de cada envío y de la empresa de logística en particular. Pero, ¿qué las hacen ser más o menos adecuadas? ¿Cuál de los dos métodos resulta más conveniente en cada caso?

 

A continuación, os explicamos con más detalles cuales son las ventajas e inconvenientes de ambos métodos de transporte:

 

Ventajas del transporte de mercancías aéreo o marítimo

El transporte aéreo es el más rápido. Está especialmente indicado para plazos cortos de entrega o envíos con urgencia, ya que cubre grandes distancias en poco tiempo. Además, es un medio de transporte muy versátil y flexible. Actualmente hay aviones adaptados para casi todo tipo de mercancías que puedas imaginar. Por otra parte, es uno de los métodos de transporte más seguros. Y así lo demuestran las estadísticas, con índices de siniestralidad muy bajos.

Por otro lado, encontramos el transporte marítimo que se caracteriza por su bajo coste. También destaca del transporte aéreo porque admite una amplia variedad de cargas: líquidos, sólidos, gaseosos, a granel, mercancías peligrosas, etc. Y lo mejor de todo, no se tiene que preocupar por el peso o el volumen de la mercancía que transporta.

 

Desventajas del transporte de mercancías aéreo o marítimo

Pero no todo son ventajas en ambos medios de transporte. El transporte aéreo, no obstante, es altamente costoso. Esto puede ser contraproducente con la balanza de beneficios y costes de la empresa. Por otro lado, el transporte por aire no admite ciertas mercancías, como las peligrosas, y su capacidad de carga real está bastante limitada.

Los principales inconvenientes del transporte marítimo son su velocidad, que es demasiada lenta para algún tipo de mercancías, la alta cantidad de residuos y otros productos contaminantes que genera y que son echados al mar, y la necesidad de utilizar otros medios de transporte para llegar al lugar de destino, como el transporte ferroviario o terrestre.

 

Después de esta presentación, queda claro que el transporte aéreo es el más conveniente cuando se busca inmediatez y seguridad para envíos escasamente voluminosos. En cambio, el transporte marítimo es preferible para los grandes envíos que no sean de necesidad urgente.