Como hemos visto en varias ocasiones, las operaciones logísticas y el transporte de mercancías son responsables del 25% de las emisiones de dióxido de carbono en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Se prevé, además, que esta cifra irá en aumento debido, sobre todo, al auge de las compras por internet tanto de tiendas físicas como de grandes plataformas de venta y distribuidores internacionales como, por ejemplo, Amazon. El sector necesita urgente realizar una apuesta por una distribución de mercancías más innovadora y eficiente que llegue a respetar el equilibrio entre el crecimiento económico y la protección del Planeta.
Las alternativas para conseguir contaminar menos cada vez son más y más variadas. Desde sistemas de propulsión de vehículos alternativos, como el gas natural licuado los vehículos híbridos o eléctricos. Las empresas de transporte son ya conscientes de ello y están dando pasos para poder operar en las zonas urbanas en las que los niveles de contaminación del aire son más altos y comienza a prohibirse el acceso a ellas con vehículos tradicionales. Un ejemplo de ciudad que ha empezado a tomar mediadas en este sentido es Barcelona.
Pero, según afirmas distintos expertos del sector, será necesario que estas medidas vayan acompañadas de incentivos y ayudas a las empresas de transportes para renovar el parque móvil, ya que supone unas inversiones muy fuertes que no todas las compañías pueden asumir.
En este sentido también cabe destacar que cada vez existen más aplicaciones específicas para obtener datos que permitan optimizar y establecer rutas de transporte y cargas más eficientes. Así mismo, también existe la Guía de Cálculo de la Huella de Carbono desarrollada por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc.
También hay otras medidas como el transporte intermodal, que permite llevar varias cargas juntas y resulta más competitivo y menos contaminante. O el uso de placas fotovoltaicas y otros sistemas de energía renovable.
Cómo afrontar los nuevos retos del mercado
En los últimos años el e-commerce y las ventas por Internet han crecido mucho. Y paralelamente lo ha hecho la exigencia de los compradores de recibir su compra lo antes posible. Esta tesitura ha puesto al sector de la logística y la distribución ante nuevos retos más allá del abultado crecimiento experimentado y la necesidad de cubrir la alta demanda que se está produciendo. Éste es el reto medioambiental.
Rebajas, Navidad, Reyes, Black Friday, Días sin IVA, envíos gratuitos y un largo etcétera de promociones se suceden en internet para potenciar las ventas realizadas con un solo click, sabedor de que el nuevo consumidor prefiere la comodidad de comprar desde casa. A eso hay que sumar que internet puede encontrar un abanico de productos mucho mayor que el que encontraría en las tiendas físicas.
Pero esta nueva forma de comprar y vender trae consigo, en muchas ocasiones, una compra y envío rápido, y por tanto cierta ineficiencia a la hora de centralizar las entregas, por ejemplo, o de enviar por separado paquetes con productos que han sido comprados por una misma persona en un mismo momento. En este sentido, es necesario apostar por unificar esos envíos para que se pueda reducir el número de desplazamientos, y fomentar todavía más, por ejemplo, los puntos de entrega y recogida.
Compañías como Amazon, precisamente, están probando ya desde hace un tiempo la opción de utilizar drones para el envío de paquetes poco pesados en distancias cortas. De esta manera también se facilita a zonas que hasta ahora eran de difícil acceso. La idea de esta alternativa es reducir las emisiones de CO2 para fomentar una logística y un transporte más sostenible, evitando además el colapso de las ciudades con entregas continuas.
Las bicicletas también pueden convertirse en un medio de transporte más en el sector logístico. Ya son varias las compañías de transporte que han optado por este medio de transporte y cada día son más las que se suben al carro.