La volatilidad de la demanda (86,5%), la dificultad de aprovisionarse de EPIs (59,5 %) y la incertidumbre a corto plazo (43,2%) fueron los “puntos más críticos” para las empresas de transporte de mercancías de gran consumo durante la pandemia, según el estudio “Perspectivas para la logística en gran consumo en el nuevo entorno poscovid” de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores. Este estudio se basa en entrevistas a 74 empresas que engloban al 80% del movimiento de mercancías del gran consumo en España.
En los resultados segmentados de operadores logísticos y fabricantes, un 50 % y un 38,89 %, respectivamente, han señalado los tiempos de espera en almacenes y centros logísticos como otro de los principales problemas a destacar, seguidos por asuntos relacionados con el personal (absentismo o falta de personal) y la prevención de contagios.
Además, en la distribución urbana de mercancías ha preocupado la saturación de las zonas de carga y descarga, según el 80% de los distribuidores participantes, mientras que el 50% de los operadores logísticos ha hecho hincapié en las restricciones a los vehículos contaminantes.
Por último, al ser preguntados por qué medidas de la administración agradecieron en mayor medida, casi el 100 % de los encuestados ha resaltado la flexibilidad en la aplicación de tiempos de conducción y descanso.
La llegada de la nueva normalidad
Ante la llegada de la conocida como nueva normalidad, el 70% de los encuestados ha señalado el cese de actividad de pequeñas empresas y autónomos como la principal problemática a la que se enfrentará el transporte de mercancías por carretera, sobre todo partir del tercer trimestre del año, además de la falta de liquidez.
Según la encuesta, también preocupa el impacto que tendrá la crisis sobre las inversiones empresariales y su resultado en cuestiones como las renovaciones de flota o proyectos de innovación, ambos aspectos, como se ha visto en artículos previos, clave en el objetivo de reducir las emisiones en las operaciones logísticas.
Los entrevistados perciben como algo seguro el aumento de la venta online en alimentación, pero se vuelve a mencionar como “uno de los grandes retos” a superar para afrontar ese incremento la saturación en zonas de carga y descarga y las restricciones a vehículos contaminantes en ciudades.
El 46% de los encuestados cree que el comercio electrónico aumentará entre un 10% y un 25%, un 31 % alega que aumentará más de un 50% y un 70% opina que la compra en establecimientos físicos disminuirá en la nueva normalidad.
Incidencia en la logística
Se prevé que en los próximos meses se configurará una logística “de proximidad” y se consolidará la digitalización del sector.
En referencia a la reducción de emisiones en el transporte, los encuestados ven como “prioridad” mejorar la ocupación del transporte, mientras que el 61% de los fabricantes y un 50% de los operadores logísticos apuestan por la logística colaborativa como nuevo modelo de negocio.
Asimismo, el aumento de los costes logísticos es otro gran reto de la desescalada en la pandemia del coronavirus, ya que, según el informe, el 55,6% de los fabricantes y el 46,1% de los distribuidores creen que los costes de almacenamiento subirán.