El nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables ha marcado un cambio significativo y ha abierto interrogantes sobre su alcance y efectos en las operaciones comerciales de las empresas. En este artículo hablaremos sobre en qué consisten estas medidas, cómo se calcula y el impacto que tiene.
Impuesto plástico 2023 ¿en qué consiste?
El plástico es uno de los materiales más utilizados a nivel global debido a su bajo coste y su versatilidad, encontrando aplicaciones en una amplia gama de usos en todo el mundo. Sin embargo, su impacto ambiental es significativo, ya que puede tardar décadas en degradarse y permanece en el medio natural durante largo tiempo.
Por esta razón, el gobierno de España tiene como prioridad impulsar el reciclaje de los residuos plásticos para preservar el medio ambiente y promover una economía circular. Para ello, en enero de 2023 entró en vigor el impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables. Este impuesto ha marcado un paso importante en el ámbito fiscal y medioambiental.
Esta medida consiste en un tipo impositivo de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado. El objetivo del impuesto es reducir el uso de plásticos no reutilizables y fomentar la transición de las empresas a usar alternativas más sostenibles.
¿A quién afecta el impuesto del plástico?
Este nuevo impuesto afecta a todas aquellas que manufacturan, importan o comercializan productos plásticos en España. Por ejemplo, productos objeto del impuesto de plástico pueden ser los preparados para lactantes de uso hospitalario, los residuos peligrosos de origen sanitario, entre otros.
Aquellas empresas que usen plástico reciclado en sus productos quedarán exentas de este impuesto, lo que hará más atractivo el uso de materiales sostenibles a partir de ahora.
Por lo tanto, esta modificación legislativa afecta a cualquier individuo o entidad que participe en importaciones o exportaciones relacionadas con el plástico, dado que la gran mayoría de proveedores utilizan este material en sus envases. Esto se traduce en que prácticamente todos los importadores y exportadores, sin importar su línea de productos, se ven afectados.
Para evitar conflictos con la agencia tributaria al completar las declaraciones aduaneras, es vital tener especial cuidado y asegurarse de completar estos documentos de manera precisa. Además, en operaciones fuera de la Unión Europea, se debe considerar este impuesto al plástico para evitar cualquier contratiempo legal.
Impuesto sobre el plástico: las excepciones
Este impuesto tiene excepciones específicas para ciertas industrias. Por ejemplo, las empresas farmacéuticas que ofrecen productos sanitarios como medicamentos, prótesis o instrumentos quirúrgicos están exentas de este impuesto. De igual manera, ciertos plásticos destinados a usos agrícolas, como el ensillado o el forraje de cereales, también quedan exentos.
Además, las exportaciones no están sujetas a este impuesto. Asimismo, se excluyen del mismo los plásticos reciclados siempre y cuando estén certificados por AENOR, cumpliendo con los estándares establecidos.
AEAT impuesto plástico ¿Cómo se calcula?
La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) es la entidad responsable de gestionar este impuesto. El cálculo del impuesto se basa en la cantidad de plástico no reciclado que tenga el producto. Por lo que es imprescindible llevar un libro registro de existencias preciso para determinar la cantidad de plástico sujeta al impuesto. La cantidad afectará directamente a los precios de importación.
Como se ha indicado anteriormente, consiste en 0,45€/kilo de plástico no reciclable, una tarifa que estará reflejada en la factura correspondiente, indicando obligatoriamente el peso total de plástico utilizado en cada producto o mercancía comercializada.
Para entenderlo mejor, presentamos un ejemplo a continuación:
En este caso, el impuesto de un envase de 500 kg que contiene un 70% de plástico no reciclable es de 157,50€.
¿Cómo afecta el nuevo impuesto de plástico a los precios de importación?
El desarrollo de la actividad de importación se ve impactado por el aumento de costos derivados del impuesto de plástico. Esta situación probablemente se traducirá en costos más altos para los productos y su manufactura.
Tanto los productos de plástico importados a España como los fabricados localmente verán un aumento en sus precios debido a este impuesto. Aquellos productores y exportadores que no empleen plástico reciclado se verán forzados a pagar este impuesto, lo que resultará en un incremento en los costos de producción y, por ende, en el precio final de sus productos.
Además, los fabricantes y exportadores españoles podrían enfrentar desafíos competitivos respecto a países que no aplican este impuesto. A medida que los precios de los productos plásticos aumenten en España, la competitividad del país en este sector podría verse disminuida, al menos a corto plazo.
No obstante, este impuesto podría estimular la innovación y promover la creación de productos alternativos más sostenibles. Esto podría llevar a la aparición de sustitutos al plástico que mejoren la competitividad de las empresas españolas a largo plazo. Por lo tanto, se anticipa que, aunque inicialmente desafiante, el impuesto al plástico resultará en una medida positiva para el comercio nacional.
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