Hace décadas que la mujer se incorporó al mundo laboral pero todavía a día de hoy son pocas las que ejercen puestos de responsabilidad en consejos de administración y áreas importantes. La difícil conciliación laboral y familiar todavía repercute más en ellas que en ellos y los sueldos no se han equiparado. A esto hay que sumarle que existen sectores “tradicionalmente” masculinos como el del transporte, algo que ya está cambiando, ya que las mujeres tienen cada vez más presencia, sobre todo en el área de la logística.
Las empresas de logística cada vez más cerca de la paridad en sus plantillas
El incremento de trabajadoras en las empresas que se dedican a la logística se está notando no exclusivamente en el personal de oficina, sobre todo en las cúpulas directivas, si no también en la propia cadena de suministro.
Gartner publicó un estudio hace unos meses en el que se ponía de manifiesto un incremento del porcentaje de mujeres que trabajan en todas las etapas de la cadena de suministro pasando de un 35% en 2016 al 37% en 2018. Eso sí, destacan que a medida que se asciende de categoría el crecimiento se va estancando: Las mujeres en cargos de director senior o vicepresidencia son el 20%.
El informe también indica que si las empresas quieren atraer y retener talento deben conseguir que la mujer gane presencia.
¿Cómo atraer a mujeres al sector logístico?
Todo el sector está de acuerdo en que es fundamental visibilizar los casos de éxito para crear un efecto rebote y que más mujeres apuesten por el sector logístico como un lugar en el que poder desarrollar su carrera laboral y conseguir sus objetivos.
El informe de Gartner también señala que las previsiones señalan que en el año 2023 un tercio de los puestos directivos estarán ocupados por mujeres.
A nivel general según la EPA (Encuesta de Población Activa) del cuarto trimestre del año pasado el 53’3% de las mujeres mayores de 16 años son activas, una tasa que incluye tanto a las que tienen trabajo como a las que están en búsqueda activa de empleo. Entre los varones las tasas de actividad y empleo son mayores y la de paro, menores.