Transporte aéreo de mercancías peligrosas

El transporte de mercancías peligrosas es todo un reto, tanto burocrático como de seguridad. Solo un operador logístico experimentado es capaz de superar todas las barreras y cumplir con la entrega a destino. El transporte aéreo de mercancías peligrosas es una actividad que se repite a diario en todo el mundo. Además, necesita de unas precauciones especiales.

¿Qué se entiende por mercancías peligrosas?

La materia peligrosa es toda sustancia o producto que durante su fabricación, manejo, transporte, almacenamiento o uso puede generar o desprender sustancias dañinas para la salud humana y el medio ambiente. También se clasifica como peligrosa la materia que puede generar radiaciones ionizantes en cantidades, que pueden causar lesiones en las personas que entran en contacto con ellas.

Para el transporte de estas materias es necesario llevar a cabo una clasificación atendiendo a sus características químicas y a su grado de peligrosidad. Las materias más problemáticas, las explosivas y radiactivas, necesitan una autorización expresa por la autoridad pertinente.

Requerimientos para el transporte aéreo de mercancías peligrosas

El transporte aéreo de mercancías peligrosas es, generalmente, multimodal. Es decir, se utilizan dos medios de transporte diferentes: el terrestre y el aéreo. Debe cumplir los requerimientos de transporte de mercancías peligrosas por carretera (ADR) y del aéreo (Instrucciones Técnicas de OACI). Dentro del aéreo, los requerimientos son más restrictivos:

  • Solo se permite el transporte en bultos
  • Tiene mayores restricciones de embalaje
  • Las cantidades máximas autorizadas por bulto son menores

Responsabilidades de las dos partes: expedidor y operador

En todo proceso de transporte de mercancías actúan diferentes operadores, cada cual con sus propias responsabilidades de seguridad. En el caso del transporte aéreo de mercancías peligrosas, los dos más importantes son:

1. El expedidor:

  • Asegurarse de que se cumplan todos los requisitos aplicables al transporte aéreo
  • Informar a sus empleados, así como capacitarlos adecuadamente
  • Asegurarse de que los artículos o sustancias no estén prohibidos para el transporte por vía aérea
  • Identificar, clasificar, embalar, marcar, etiquetar y documentar adecuadamente los envíos
  • Cumplir con las regulaciones aplicables establecidas por los Estados de origen, tránsito y destino

2. El operador:

  • Aceptación, almacenamiento, carga y estiba
  • Inspección de posibles perdidas o averías
  • Suministro de Información
  • Elaborar informes, notificación de incidentes/accidentes
  • Conservación de documentos
  • Proporcionar una adecuada formación a todos sus empleados

Regulación de las mercancías peligrosas: OACI

Las Instrucciones Técnicas generadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), normalizan el transporte aéreo de mercancías peligrosas a nivel mundial. El principal objetivo es garantizar un tráfico aéreo internacional seguro y ordenado.

Nace una nueva normativa para el transporte internacional de mercancías peligrosas

El pasado 1 de julio el Ministerio de Fomento del Gobierno de España empezó a aplicar la nueva normativa para el transporte internacional de mercancías peligrosas, la ADR 2017.

Esta legislación, que se refiere a las mercancías peligrosas y perecederas, se aplicará a la mayoría de los productos químicos peligrosos. Y también los combustibles usados en automoción (gasoil y gasolina).

También deberán tener en cuenta la normativa ADR 2017 todas las instalaciones que fabriquen, distribuyan o reciban productos químicos peligrosos y todas aquellas que realicen consumo de combustible.

Modificaciones de la nueva normativa para el transporte internacional de mercancías peligrosas

A continuación enumeramos algunas de las novedades más significativas de la ADR 2017.

  1. Las agencias de transporte y las empresas de logística deben tener en cuenta algunas de las nuevas definiciones que aparecen en la nueva normativa. Hay nuevos términos como “tiempo de retención”, “carga”, “descarga”, “residuos”, “envío”, “líquido”, etc.
  2. Contenedores en el transporte internacional. Se autoriza la utilización de contenedores flexibles para granel cuyas medidas sean de 15 metros. El peso máximo no deberá superar, en ningún caso, las 14 toneladas y no se deben usar más de dos años.
  3. Los conductores de vehículos dedicados al transporte de mercancías deben tener siempre a su disposición las instrucciones sobre el ADR para poderlas consultar siempre que sea necesario.
  4. Todas las empresas de transporte internacional que realicen el llenado y embalado de mercancías peligrosas tendrán que disponer de un consejero de seguridad.
  5. En el punto 4.1, dedicado a la “Utilización de envases, de embalajes, de grandes recipientes para granel (GRGIIBC) y de grandes embalajes” se introduce una nueva materia que polimeriza, produce ciertas reacciones químicas y no tiene estabilidad alguna.
  6. En lo referente al transporte de pilas y baterías de litio, se ha introducido una nueva marca. Del mismo modo, aparece, también, un nuevo modelo de etiqueta de peligro para cada una de las clases.
  7. Al usar sobreembalajes con mercancías peligrosas, si las marcas no están visibles se debe llevar una señal que indique “sobreembalaje”. Así como todas las prescritas en el ADR.

Finalmente, se recomienda que las instalaciones y empresas dedicadas al transporte de mercancías y la logística revisen su situación y formen a su personal. Asimismo, deberían disponer de un modelo de carta de porte para los envíos y regular su situación con la administración pertinente.

Qué tipos de mercancías peligrosas existen

Las materias y sustancias peligrosas se usan cada vez más en la  la industria para la elaboración de múltiples productos como plásticos, menaje, recambios y un largo etcétera. El transporte de este tipo de mercancías tiene, por tanto, y como se ha visto en artículos anteriores, gran incidencia. En éste vamos a describir y enumerar los tipos de mercancías peligrosas que existen.

Qué son las mercancías peligrosas

El Real Decreto 551/2006, que es el que regula las operaciones de transporte de mercancías peligrosas por carretera en España define las mercancías peligrosas como: “aquellas materias y objetos cuyo transporte por carretera está prohibido o autorizado exclusivamente bajo las condiciones establecidas en el ADR o en otras disposiciones específicas”.

El término ADR responde a la traducción del francés del Acuerdo Europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera.

Este acuerdo, hecho en Ginebra tras la Segunda Guerra Mundial, se revisa, en la actualidad, cada dos años con la finalidad de introducir en la normativa avances técnicos, evitar accidentes con la implicación de vehículos que transporten materias peligrosas e incidir en aspectos a mejorar.

En este caso nos centramos en la clasificación ADR porque, como se ha apuntado, es la que se acostumbra a usar en el transporte de mercancías por carretera, pero también existen otras específicas para el transporte aéreo, el marítimo o el ferroviario.

Tipos de mercancías peligrosas

El ADR contempla 9 tipos diferentes de mercancías peligrosas que requieren de un transporte especial:

  • Clase 1. Materias y objetos explosivos
  • Clase 2. Gases
  • Clase 3. Líquidos inflamables
  • Clase 4.1 Materias sólidas inflamables, autorreactivas y explosivas desensibilizadas sólidas.
  • Clase 4.2 Materias que pueden experimentar inflamación espontánea
  • Clase 4.3 Materias que al contacto con el agua desprenden gases inflamables
  • Clase 5.1 Materias comburentes
  • Clase 5.2 Peróxidos orgánicos
  • Clase 6.1 Materias tóxicas
  • Clase 6.2 Materias infecciosas
  • Clase 7 Materias radiactivas
  • Clase 8 Materias corrosivas
  • Clase 9 Materias y objetos peligrosos diversos

La responsabilidad medioambiental de los transportistas

Los transportistas tenemos un gran desafío: reducir el impacto medioambiental que el transporte de mercancías tiene sobre el planeta. Si bien es cierto que la huella ecológica se está reduciendo (hace un par de meses nos alegrábamos de la recuperación de la capa de ozono), todavía se producen graves daños en la naturaleza. La Ley 26/2007, de 23 de octubre, sobre Responsabilidad Medioambiental, gestiona la responsabilidad medioambiental de los transportistas que causen daño a las especies silvestres de fauna y flora, a las aguas –superficiales y subterráneas-, a las riberas del mar y rías, y al suelo.

Esta Ley vincula a “cualquier persona física o jurídica, pública o privada, que desempeñe una actividad económica” (Ley art. 2.10). Lo que incluye a todos los transportes, ya sea por carretera, por ferrocarril, marítimo o aéreo y, en especial, al transporte de mercancías peligrosas, para quienes la exigencia de responsabilidad es mucho más severa.

¿Qué es la Responsabilidad Medioambiental?

Es la responsabilidad derivada de la Ley 26/2007 que obliga a los operadores, dentro de su ámbito de aplicación, a poner en marcha las medidas de prevención, evitación y reparación de los daños medioambientales que puedan provocar, para devolver los recursos dañados al estado en el que se encontraban.

Todo bajo el principio de que “quien contamina, paga”. Por ello, el transportista o empresa de transporte deberá asumir la totalidad de los costes de las medidas de prevención, evitación o reparación adoptadas.

Para la mayoría de los operadores, se exigirá una responsabilidad subjetiva: la responsabilidad se limita a los casos en que exista dolo, culpa o negligencia. Aunque siempre se exige tomar las medidas de prevención y evitación necesarias, y quedarán obligados a la adopción de medidas de reparación si se incumplen los deberes relativos a las medidas de prevención y de evitación de daños.

Más estricta y severa es la Ley en lo que respecta al sector del transporte de mercancías peligrosas: se establece un tipo de responsabilidad objetiva e ilimitada. Esto quiere decir que se aplica la responsabilidad a los daños medioambientes aunque no exista dolo, culpa o negligencia. En otras palabras: si un transportista puede haber causado el daño, se presume que lo ha causado y él es el responsable.

Con el objetivo de que el operador disponga de recursos económicos suficientes para hacer frente a la responsabilidad medioambiental derivada de su actividad, se establece una garantía financiera que es obligatoria para los transportistas de mercancías peligrosas.

Carga y descarga de mercancías peligrosas

El medio más utilizado para transportar todo tipo de mercancías peligrosas es el transporte por carretera, por ello no es de extrañar que todos los conductores deban estar formados específicamente en ADR (Acuerdo europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera), de forma que puedan demostrar la misma mediante el correspondiente certificado. El Real Decreto 97/2014, de 14 de febrero, regula las operaciones de transporte de mercancías peligrosas por carretera en territorio español.

Aunque se tiende a considerar que el riesgo en el transporte de mercancías peligrosas se centra en su recorrido y culmina con la llegada a su destino, en realidad la parte más delicada y de mayor riesgo está en las operaciones de carga y descarga de mercancías peligrosas. La normativa relativa a las operaciones de carga y descarga están contenidas en el Capítulo 7 del ADR, “Disposiciones relativas a las condiciones de transporte, la carga, la descarga y la manipulación”, así como en el Capítulo 6 del Real Decreto 97/2014.

Normas generales de carga y descarga de mercancías peligrosas

  1. El cargador será responsable de cargar la mercancía debidamente señalizada, marcada y etiquetada cumpliendo todos los requisitos exigidos en el ADR.
  2. Por cada cargamento, el cargador deberá comprobar el cumplimiento reglamentario de los epígrafes aplicables en cada caso de la relación de comprobaciones para carga de mercancías peligrosas que figura en el anexo 2 del Real Decreto 97/2014. El cargador no podrá iniciar la carga de un vehículo si no cumple con los requisitos reglamentarios de los epígrafes incluidos en los apartados: “documentación”, “estado del equipamiento del vehículo” y “comprobaciones previas a la carga”. El descargador deberá igualmente comprobar los aspectos que afecten a la seguridad en las operaciones.
  3. Todo el personal que se encargue de las operaciones de carga y descarga deberá conocer:
    • Las características de peligrosidad de la mercancía.
    • El funcionamiento de las instalaciones.
    • Los sistemas de seguridad y contra incendios, debiendo estar cualificado para su uso.
    • Los equipos de protección personal requeridos en la instalación y su utilización.
  4. La unidad de transporte deberá estar inmovilizada durante la carga y descarga.
  5. Las operaciones de carga y descarga corresponderán al expedidor y al destinatario respectivamente. Corresponderá al transportista en los siguientes casos:
    • Descarga de combustibles para usos domésticos: calentamiento de agua sanitaria, calefacción y cocinas.
    • Repostajes de combustibles efectuados directamente a algún tipo de maquinaria.
  6. Se impedirá la descarga de mercancías peligrosas contenidas en bultos directamente desde estos al recipiente final. Solo se podrá efectuar esta operación si previamente han sido descargados los bultos del vehículo.
  7. Después de la carga o descarga, el cargador-descargador realizará una inspección visual para detectar posibles anomalías: vertidos no percibidos anteriormente, mangueras conectadas, defectos en la estiba de bultos, etc. En caso de vertidos, deberá proceder a su limpieza.
  8. No se permitirá la salida del vehículo si no se han realizado los controles de comprobaciones para la carga/descarga de mercancías peligrosas, que figura en el anexo 2 del Real Decreto 97/2014, incluidos en el apartado “controles después de la carga/descarga”.

Las mercancías peligrosas, ¿qué son y cómo se transportan?

Diariamente consumimos productos catalogados como mercancías peligrosas sin darnos cuenta. Tenemos tan normalizado su compra y consumo que ni siquiera nos damos cuenta del riesgo que comportaría un tratamiento y transporte inadecuado. Estamos hablando de medicamentos, abonos artificiales, conservantes de alimentos, productos de limpieza, carburantes, gases, etc.

Las mercancías se consideran peligrosas cuando su transporte está prohibido por los reglamentos del transporte o su transporte esta autorizado por dichos reglamentos únicamente en las condiciones que se establecen en el mismo. Las mercancías peligrosas son materiales u objetos que presentan riesgo para la salud, para la seguridad o que pueden producir daños en el medio ambiente, en las propiedades o a las personas. Existen diversas categorías en función de sus características químicas y a su grado de peligrosidad, pero en general se estima que existen más de 12.000 tipos de mercancías clasificadas como peligrosas.

La importancia creciente de los sectores químicos, petroquímicos, petrolero y energético y, por otra parte, la ubicación de estos tipos de industrias lejos de los lugares de consumo provoca que el transporte de mercancías peligrosas en nuestro país constituya un hecho cotidiano.

Transporte de las mercancías peligrosas

La legislación establece como medidas generales para el transporte de todos los tipos de mercancías peligrosas, los siguientes requisitos:

  • Los vehículos que transporten mercancías peligrosas tienen que llevar bien visibles dos paneles rectangulares de color naranja con bordes y números negros, retrorreflectantes y visibles, uno en la parte delantera del vehículo y otro en la posterior.
  • La mercancía debe llevar el etiquetado correcto y de la forma que estipula la ley.
  • El transportista debe estar formado sobre las condiciones de seguridad que debe implementar y cómo proceder en caso de accidente.
  • El vehículo que lo transporte tendrá que haber superado satisfactoriamente todas las inspecciones obligatorias.

Por último, cabe destacar que cada modo de locomoción (carretera, ferrocarril, transporte marítimo y transporte aéreo) tiene sus propias particularidades.

Es sumamente recomendable consultar con una empresa especializada en transporte de mercancías peligrosas antes de comenzar cualquier exportación de este tipo de productos. De no seguirse las medidas estipuladas legalmente para su transporte, es posible incurrir en infracciones e incluso delitos hacia la salud pública, además del posible riesgo de accidente.