Listado de la etiqueta: exportaciones a archipiélagos

Consejos para la exportación a territorios insulares 

La decisión de comenzar a exportar mercancías a otros países es un paso importante para cualquier empresa. Si se baraja esta posibilidad es porque la cuenta de resultados del negocio marcha a buen ritmo y es hora de comenzar a crecer para no quedarse estancado.

 

Consejos para comenzar a exportar tu negocio a otros países

 

En este artículo te hablamos de los 5 pasos necesarios para comenzar tus exportaciones, allí encontrarás la respuesta a las dudas principales:

 

  • Cuáles son las normas y reglamentos que cumplir.
  • Cómo influye la cultura del país elegido para exportar a la hora de que funcionen nuestras mercancías.
  • Hay que dedicarle tiempo.
  • Es necesario preparar un plan de contingencia por si el negocio no funciona y hay que abortar.

 

Al margen de todo esto, la decisión principal tiene que ver con el país elegido para exportar nuestras mercancías o nuestro modelo de negocio. En el caso de que se trate de un país isleño, de un archipiélago o un territorio insular muy pequeño, las reglas del juego se endurecen.

 

Consejos para la llegada de mercancías extranjeras a territorio insular

 

Si tu modelo de negocio casa con un territorio isleño, te damos algunos consejos para que sea todo un éxito.

 

  • Infórmate de los aranceles e impuestos de aduanas. En territorio insular las tarifas suelen ser mayores.
  • El transporte. La llegada de las mercancías puede verse afectada por el fenómeno de insularidad, que puede ser doble, triple o incluso mayor. Eso significa que dependiendo del territorio es posible que no pueda llegar directamente en barco o en avión y se necesite más de un transporte. Por ejemplo, llegada en avión a un aeropuerto internacional y traslado en barco hasta la isla de destino.
  • Encarecimiento. Si además de transportar mercancías estableces en el país isleño tu modelo de negocio, debes sopesar los pros y los contras. Puede que el precio de los locales esté por encima de lo que cuestan en tu país de origen, también los servicios de mantenimiento como la electricidad o el agua. Los impuestos locales, licencias de apertura, etc.