Ventajas de los megacamiones en el transporte de mercancías

Los megacamiones ya son una realidad en España. Desde el pasado 24 de diciembre de 2015, la circulación de los megatrucks es legal gracias a la Orden PRE/2788/2015. Con esta normativa se incluyen a los conjuntos de vehículos de hasta 25,25 metros de longitud y 60 toneladas de masa máxima autorizada.

Ventajas de los megacamiones en el transporte de mercancías

Ahorro de costes, mayor eficiencia y menor contaminación: son las tres ventajas que argumentan los promotores de los megacamiones.

Uno de los aspectos más ventajosos para el sector del transporte es la reducción de los costes entre un 15% y un 50%. Según la patronal de empresas cargadoras AECOC, la medida supondrá una reducción de los costes en 3.800 millones de euros al año.

Además, y esto sería una ventaja ampliable a toda la sociedad, la Comisión Europea ha demostrado que no solo reducen los costes, sino que también implican un disminución de las emisiones de CO2 en más de 305.000 toneladas anuales e incrementan el ahorro energético. Una mejora que nos acercaría a cumplir los objetivos del Protocolo de Kyoto, asunto descuidado por España desde la irrupción de la crisis del 2008.

Los expertos también han considerado que los megacamiones contribuirán a descongestionar las carreteras, ya que dos vehículos de 25,25 metros pueden transportar una carga que precisaría del uso de tres camiones de 16,5 metros.

La seguridad vial es otra de las ventajas que cabria añadir, según explica el profesor y experto en logística de Universidad Internacional de La Rioja en una entrevista para eleconomista.es. A pesar de que en un primer momento pueda parecer que se introduce un nuevo peligro en las carreteras al tratarse de camiones más largos, más altos y más pesados, le profesor explica que en Europa estos vehículos no han supuesto una implicación negativa en la circulación. Más bien al contrario, ya que al reducirse el número de vehículos en la carretera, “se produce una reducción correlativa de la exposición al riesgo y, por tanto, se mejora la seguridad vial”.

Por todo ello, los megacamiones se han convertido en un instrumento clave para mejorar la competitividad de las empresas de transporte, para reducir camiones de las carreteras y para ahorrar en costes logísticos.

El transporte terrestre y la historia de la humanidad

La historia del transporte es la historia de la humanidad. Todas y cada una de las sociedades han tenido la necesidad de trasladar objetos y mercancías. Es así como la necesidad de cargar objetos y distribuirlos entre distintos territorios se sitúa en el origen del transporte terrestre pero también del transporte marítimo y del transporte aéreo.

Ya en la época precolombina (un periodo que abarca desde el nacimiento de los primeros pobladores americanos hasta la conquista por los europeos con la colonización de Colón en 1492), los incas poseían un sistema de caminos interconectados a través de todo su imperio para trasladar diferentes tipos de mercancías. En los inicios, el transporte terrestre se realizaba a pie, utilizando la fuerza de los animales o a través de canoas o botes, aprovechando la corriente de los ríos para hacer llegar sus mercaderías al destino deseado.

El hambre fue la causa de que el hombre comenzara a moverse para asegurar su comida y así se inició la forma de transporte tal y como la conocemos hoy. Dado que el ser humano es débil como fuerza de transporte, necesitó, al principio, domesticar a los animales. El perro fue el primero, después utilizó animales más grandes y fuertes para transportar mercancías más pesadas.

Aparición de la rueda en el transporte terrestre

Esta necesidad de transportar cosas con mayor volumen y cuyo peso no podía ser soportado por un solo animal, supuso la creación y posterior impulso de la rueda. Apareció en la prehistoria y ha sido uno de los inventos más maravillosos de toda la historia. Y es que todavía hoy la utilizamos diariamente, eso sí, hoy en día ha evolucionado tanto que sus inventores sería incapaces de reconocer su propio invento.

La rueda permitió la evolución de los medios de transporte terrestre y la llegada del hombre a lugares tan lejanos en cada vez menos tiempo. Los carros y diligencias tirados por caballos propiciaron el intercambio de todo tipo de materiales gracias al establecimiento de las rutas comercial.

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Más tarde, surgieron otros métodos de transporte terrestre como la bicicleta, que fue el origen de la motocicleta y esta, a su vez, del automóvil. Desde siempre, el hombre ha buscado la manera de inventar un aparato que lo transportase rápida y cómodamente sin la necesidad de utilizar animales. En 1882, se descubrió el petróleo y poco a poco fueron surgiendo más inventos que utilizaban este combustible como fuerza impulsora. Entre ellos, el automóvil.

Con la Primera Guerra Mundial las necesidades de transporte se incrementaron, y así surgieron los autobuses y la gran industria del motor existente a día de hoy que incluye tan variados métodos de transporte como el ferrocarril, transporte urbano, metro o tren de alta velocidad. Su evolución ha sido fundamental para garantizar el suministro de alimentos y todo tipo de bienes y servicios. Ha sido fundamental para el avance de la propia Humanidad.

10 consejos para una conducción eficiente en camiones

El sector del transporte por carretera es fundamental para garantizar el correcto desarrollo social y económico de cualquier país. Sin embargo, el transporte es el sector de mayor consumo energético y mayores emisiones de CO2 genera. Por eso es vital tomar precauciones para reducir su consumo energético, con el fin de mejorar su competitividad y sostenibilidad.

La conducción eficiente consiste en una serie de técnicas que, unidas a una adecuada actitud del conductor, generan un estilo de conducción que logra importantes ahorros de combustible y reducción de emisiones al medio ambiente, así como una mejora en la seguridad.

Estas técnicas también ayudan a que el conductor esté más tranquilo, logrando una conducción más confortable y menos estresante; minimizan el riesgo y la gravedad de los accidentes y reducen los costes de mantenimiento del camión.

10 consejos para una conducción más eficiente

  1. Conocer todas las características del vehículo que conducimos, su comportamiento, potencia máximo, el correcto manejo de todos sus sistemas, etc.
  2. Arrancar el motor sin pisar el acelerador y dejarlo al ralentí hasta que haya pasado un minuto aproximadamente. Si ya hay presión suficiente, se inicia la marcha.
  3. Acelerar de manera muy suave cuando el motor aún esté frío, hasta que alcance una temperatura óptima (unos 25 minutos al ralentí o 5 minutos en marcha).
  4. Realizar los cambios de marcha en la zona de par máximo (zona verde). Tras esta operación, el régimen del motor deberá mantenerse en esta zona.
  5. Evitar acelerar y frenar innecesarias y mantener la velocidad estable.
  6. Aprovechar al máximo las inercias del vehículo. Cuando no pisamos el acelerador no existe consumo de combustible, por lo que es aconsejable ayudarnos de las inercias (pendientes en la carretera) para que el camión avance.
  7. Evitar frenar. Cuando sea necesario decelerar, levantaremos el pie del acelerador y aprovecharemos la inercia del vehículo lo máximo posible.
  8. Apagar el motor en las paradas superiores a dos minutos. Aunque es recomendable dejar el motor al ralentí durante unos segundos antes de detener el motor para alargar la vida útil del turbocompresor (no más de unos segundos).
  9. Estudiar con antelación la ruta a seguir para prever la condiciones de tráfico y anticiparte a las interrupciones de tráfico.
  10. Evita las horas de máxima afluencia de tráfico.

Con estas medidas conseguiremos entre un 5% y un 8% de ahorro de consumo, además de aumentar la vida útil del motor y la reducción de los costes de mantenimiento.

Aquí os dejamos un completísimo manual de conducción eficiente elaborado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.

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Tiempos de conducción y descanso en el transporte por carretera

Respetar las normas de conducción y descanso es fundamental, tanto para evitar posibles multas, como para garantizar la seguridad en el transporte por carretera. Sin embargo, los conductores profesionales saben que cuadrar estos tiempos puede ser una tarea ardua.

La normativa que regula los tiempos de conducción, las pausas y los periodos de descanso para los conductores dedicados al transporte por carretera está recogida en el Reglamento CE 561/2006. Una normativa completada por el Real Decreto 1082/2014 que flexibiliza los tiempos de descanso en las islas cuya superficie no supere los 2.300 kilómetros cuadrados (todas las españolas a excepción de Mallorca). Las islas cuyo tamaño sea inferior a los 250 kilómetros cuadrados (Formentera, Cabrera e islotes más pequeños) están exentas de regulación.

Tiempos de conducción, pausas y descansos

Tiempos de conducción

Conducción diaria: hasta 9 horas, que podrá ampliarse hasta 10 horas no más de dos veces por semana. Aquí no se habla de días naturales, sino que el día se mide entre el final de un periodo de descanso y el principio del siguiente periodo de descanso.

Conducción semanal: hasta las 56 horas. Las semanas sí que se tienen en cuenta de forma natural, esto es de las 0:00 horas del lunes a las 24:00 horas del domingo.

Conducción durante dos semanas consecutivas: hasta 90 horas. De este modo, hay que tener en cuenta la relación de una semana con la inmediatamente anterior y posterior. La suma de horas de conducción en periodos bisemanales nunca puede superar las 90 horas.

Periodos de descanso

Ininterrumpida: Tras un periodo de conducción continuada de 4 horas y 30 minutos el conductor deberá hacer una pausa ininterrumpida de al menos 45 minutos.

Fraccionada: Es posible sustituir la pausa ininterrumpida de 45 minutos si se fracciona en dos periodos. La primera pausa deberá ser de al menos 15 minutos y la segunda, de 30 minutos, siempre en este orden y siempre intercaladas dentro del periodo de conducción continuado de 4,5 horas.

Pausas

Diario normal: 11 horas. Los descansos diarios deben realizarse dentro de las 24 horas después de haber realizado el anterior periodo de descanso.

Diario fraccionado: en dos periodos de 3 y 9 horas, siempre en ese orden.

Diario reducido: periodo mayor de 9 horas pero inferior a 11 horas. En una semana no es posible tomarse más de tres periodos de descanso reducidos.

Semanal normal: 45 horas, después de un máximo de seis jornadas de 24 horas, que empiezan a contar al inicio de cualquier actividad (no solo conducción) diferente a descanso, tras un periodo de descanso semanal.

Semanal reducido: período mínimo de 24 horas, pero menos de 45 horas. Los periodos semanales reducidos se compensarán con un descanso equivalente (hasta completar las 45 horas) tomado en una sola vez antes de que finalice la tercera semana y unidas siempre a otro período de descanso de al menos 9 horas.

En el transcurso de dos semanas consecutivas, el conductor deberá tomar al menos dos períodos de descanso semanal normal o un período de descanso semanal normal y un período de descanso semanal reducido de al menos 24 horas. No se pueden tomar dos descansos semanales reducidos seguidos.

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Gas natural, alternativa para el transporte de mercancías

En la actualidad el gas natural es el principal combustible alternativo para vehículos pesados y todo indica que en el futuro seguirá ganando protagonismo ante la implantación de normativas más restrictivas en materia de emisiones. Y es que el gas natural es un combustible que permite un ahorro del 50% en el coste de utilización, reduce las emisiones de CO2 en más de un 30% y elimina totalmente las de los peligrosos óxidos nitrosos y compuestos de azufre altamente nocivos.

Hay que tener en cuenta la diferenciación entre los diferentes gases que se emplean como combustible. Básicamente son dos los más utilizados: Gas Natural Comprimido (GNC) y Gas Natural Licuado (GNL). El GNC se utiliza habitualmente en las ciudades, de momento es una tecnología poco utilizada en España, aunque ya está más o menos bien desarrollada en Europa. La apuesta de futuro ahora es la del GNL y su utilización en el transporte de mercancías, en los camiones y en los barcos.

El GNL supone un ahorro en el coste próximo al 50%. Y las ventajas en materia medioambiental son realmente espectaculares porque evita el 100% de los azufres y los óxidos sulfurosos, reduce en un 80% los óxidos nitrosos tan peligrosos y rebaja en más de un 30% las emisiones de CO2.

España y el gas natural como combustible

Actualmente, el gas natural se utiliza mucho en otros países europeos, pero en España su utilización es mínima. Se calcula que en nuestro país hay unos 5.000 vehículos impulsados con gas y la mayoría de ellos cumplen funciones de servicios municipales: autobuses urbanos (33%) y camiones de recogida de basuras (28%), según datos ofrecidos por la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad.

Uno de los grandes problemas que trae consigo el desarrollo y fomento del Gas Natural como combustible tiene que ver con la limitada oferta de estaciones de servicio. Es por ello que la UE aprobó en 2014 la Directiva Europea sobre Infraestructuras de Combustibles AlternativosSegún la misma, la Red Europea de Transporte deberá contar como máximo en el año 2025 con una estación de servicio pública de Gas Natural Comprimido (GNC) cada 150 kilómetros, mientras que en el caso del Gas Natural Licuado (GNL) esta distancia máxima se incrementa hasta los 400 kilómetros.

España cuenta en la actualidad con una infraestructura muy avanzada en el caso del GNL, hasta el punto de que en toda la mitad oriental de nuestro país ya se cumplen con los 400 kilómetros aludidos.

El GNL será el futuro combustible profesional en el sector del transporte de mercancías. Las reservas de este combustible son prácticamente inagotables (están garantizadas para los próximos cinco siglos) y, además, se estima que su precio se mantenga mucho más reducido que el gasóleo dado que el número de países productores es muy elevado.

Innovación en el transporte por carretera: los camiones autónomos

El mercado automovilístico de camiones está cada vez más necesitado de invertir en innovación y desarrollo (I+D) para poder competir en un sector cada vez más dominado por las marcas asiáticas, con China e India a la cabeza.

Los fabricantes de camiones operan en un ambiente de constante cambio de negocio, con demandas de mejoras en los nuevos productos marcadas por regulaciones gubernamentales. Para cumplir con las necesidades de un mercado cada vez más cambiante, las marcas se ven obligadas a invertir en innovación.

Así, la necesidad de una movilidad segura y eficiente y la exigencia creciente de los conductores impulsan la mejora permanente de las infraestructuras de transporte por carretera. Las directivas europeas, enfocadas a reducir la contaminación, ahorrar energía, uso de renovables y visión «triple cero» (cero víctimas, emisiones y congestiones), empujan al sector, igualmente, a una constante innovación.

La tecnología es un aliado fundamental en ese camino y marcará el progreso de la gestión del tráfico y el transporte en el futuro.

En este sentido, los camiones autónomos están empezando a verse como una necesidad urgente. Y es que seis grandes fabricante europeos (DAF, Daimler, Iveco, MAN Truck & Bus, Scania y Grupo Volvo) ya han desarrollado modelos de camiones equipados con sistemas de conducción semiautomática ya están circulando por carreteras europeas. El objetivo de esta iniciativa, conocida como ‘Desafío Europeo de los Conjuntos de Camiones’ (‘Platooning Challenge’ en inglés), es acelerar la introducción de los conjuntos de camiones, poniendo el tema como prioritario en la agenda de los políticos de la Unión Europea.

¿Qué es el Platooning?

El platooning (también denominado trenes de carretera) es un conjunto de camiones con remolque que viajan de forma segura y automática en convoy, a poca distancia entre sí. Gracias a la comunicación interna entre los camiones es posible que viajen sincronizados y es el vehículo a la cabeza del convoy el que actúa como líder.

El platooning reduce la distancia entre vehículos empleando para ello enganches electrónicos y dispositivos mecánicos. Este mecanismo permite que los camiones engarzados puedan acelerar o frenar de forma sincronizada, de tal forma que se elimina la distancia de reacción necesaria para los humanos, permitiendo insertar una mayor cantidad de vehículos en las carreteras.

Uno de los principales beneficios es el económico debido al ahorro de combustible debido, principalmente, a la disminución de resistencia aerodinámica. Además, puede contribuir en gran medida a reducir la huella de carbono que emiten los camiones y reducir los gases efecto invernadero. Por último, la congestión del tráfico se puede reducir debido a lo compacto de los trenes de vehículos.